REFLEXIONES

La actividad docente llevada con vocación resulta una de las labores más nobles que pueda existir. En este devenir constante, ciclo a ciclo, se van entretejiendo historias, vivencias, experiencias... He trabajado frente a grupo por 14 años, al principio fue complicado, pues la teoría académica de nuestra formación como docente estaba bastante distante a la realidad sobre la enseñanza frente a grupo. No obstante, los días, las semanas, los meses y los años van puliendo nuestro quehacer educativo. 

Puedo decir que desde mi comienzo he estado rodeado de gente maravillosa que me han ayudado muchísimo a entender y madurara en mi profesión. Han habido momentos buenos y malos, de bienvenidas y despedidas, de flaquezas y fortalezas... todo contribuye a ser mejores cada día. 

El mismo buen trabajo da oportunidad a nuevas experiencias, como por ejemplo colaborar con antropólogos, epigrafistas y otros compañeros docentes; no olvidar los intercambios culturales con escuelas nacionales y extranjeras, conocer gente nueva diferentes culturas y costumbres, dan a nuestra vida un sabor único en el que cada ingrediente hacen del proceso enseñanza-aprendizaje un manjar exquisito, en donde  alumnos, docentes, padres de familia y comunidad se enriquecen. El este proceso todos aprendemos de todos, todos contribuimos a que los niños tengan una mejor visión de su entorno, saber ser y saber hacer.

La última vez tuve algunos encuentros casuales con algunos de mis ex-alumnos después de no vernos por muchos años, éstos siempre son agradables, sonrisas y saludos; la mayor satisfacción es saber que son o están por ser profesionistas, Otras satisfacciones los he tenido dentro del salón de clases, sobre todo en la expresión de mis alumnos, "profe, ya lo entendí", este tipo de recompensas son muy significativas, ya que garantizan el aprendizaje duradero y facilita a los educandos la adquisición de nuevos conocimientos. 

Ahora ante la novedad de los avances tecnológicos, nos toca como educadores aprender nuevas formas de llevara a cabo nuestra tarea educativa. El proceso educativo evoluciona constantemente y es responsabilidad del docente mantenerse a la vanguardia de estos avances para poder ofrecer una educación de calidad.